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CRONICA CRUCERO DE ALTURA BARCELONA – BIZERTA JUNIO 2012 Travesía del Z -1.

NAVEGACION:

Partimos del Port Olímpic de Barcelona el viernes 01/06/2012 a las 2000 Ho. El Velero un BAVARIA 46 CRUISIER de la Naviera Corsa Náutica y la Tripulación 4 personas.

La IDA resultó muy placentera, navegando con vientos flojos y variables y ayudándonos del motor cuando el viento amainaba. Atravesamos el Z -1 el lunes 04/06/2012 a las 0747 Ho. con gran satisfacción y regocijo de la tripulación. Arribamos a Bizerta el martes 05/06/2012 a las 0730 Ho tunecina.

La VUELTA, para compensar supongo, puso a prueba tanto al barco como a la tripulación. Soportamos 2 temporales: el primero, 06/06/2012, a la altura de Carloforte, F8 y fuerte marejada, vientos del ESE por la aleta, finalmente tuvimos que correr el temporal con la mayor de capa sin foque y procurando no desviarnos demasiado del rumbo efectivo; el segundo, 09/06/2012, al SE de Menorca, vientos de Tramontana y navegación de ceñida, con trinqueta y mayor de capa, F 7 con rachas de F 8 y fuerte marejada, con olas de hasta 4 m., el barco de comportamiento más que excelente navegaba de ceñida, prácticamente sin trapo, a 7,4 nudos. Finalmente arribamos a Barcelona el domingo 10/06/2012 a las 0630 Ho. con mucho adelanto sobre el horario previsto (alguna ventaja han de tener los temporales). En total navegamos 900 mn. efectivas, con un promedio de 135 mn/día.

La vida a bordo resultó todo un ejemplo de convivencia, generosidad y esfuerzo colectivo; disponíamos de 1 camarote por tripulante, sin necesidad de recurrir al régimen de cama caliente; la cocina, excelente, se repartió según las habilidades y preferencias de la tripulación, salvo los momentos crudos de los temporales en que recurrimos a la lata de Cocido Madrileño.

TURISMO EN BIZERTA

Atracamos en la Marina Nueva, todavía en construcción y, por tanto, inhábil para acoger barcos. El primero en enfadarse con nosotros fue el Capitán del Puerto, quién nos disculpó tras largas negociaciones sin aceptar mordida. El siguiente miembro de la Autoridad fue el Policía de Aduanas, inspeccionó el interior del barco y tras largos papeleos y formularios, nos puso el sello y aceptó la mordida. Por último le tocó el turno a la Policía del Puerto, estos sí que pusieron difícultades y, finalmente, tras largas negociaciones, nos dejaron amarrar el barco sin necesidad de trasladarlo al Puerto de Pescadores; por descontado, aceptaron mordida, tanto el oficial como su jefe superior. El marinero, que también recibió su aguinaldo, nos facilitó mucho la vida en el puerto, consiguiendo que nos trajeran un camión con gasoil, por supuesto no oficial.

Pasamos un día y medio en la ciudad muy interesantes. Visitamos el enorme puerto natural y el puente levadizo que permite el acceso a los mercantes. La Medina y el Puerto Viejo carecían de interés, en comparación con otras del Zagreb y árabes. En la calle central se encontraba el Mercado Callejero, bullicioso y pintoresco, digno de observar por el contraste con nuestra sociedad occidental: productos exóticos, especias, gallinas que se mataban y plumaban en el momento de la compra, cafes donde degustar el té a la menta con piñones, ….. Algunas cosas eran surrealistas, a modo de ejemplo sólo relataré dos anécdotas:

  • El alcohol estaba prohibido en bares y restaurantes, de modo que nos condujeron al único Restaurante de la ciudad con autorización para su venta. Nos introdujeron en un tercer piso por una escalera sin iluminación, una vez en el restaurante clandestino, pudimos observar que estaba lleno de nativos de alto standing (sólo hombres) con las mesas llenas de botellas de vino, cerveza y licores.

  • El cambio de dinars a euros está prohibido; pués bien, el propio Banco nos proporcionó la dirección de una Tienda de Bicicletas, cuyo propietario, tras árdua negociación, nos cambió todo cuanto necesitábamos.

LA PESCA

La pesca resultó muy fructífera: cobramos 8 atunes (2 de 12 Kg) y 1 melva. Estábamos muy ocupados, cuando no había temporal, sacrificándolos y limpiándolos; también despellejando a los que iban destinados a nuestro consumo. Los cocinamos en diferentes versiones, todas ellas muy sabrosas dada la frescura de la materia prima: marmitako, escabeche, marinado con limón, marinado clásico y carpaccio con agua de mar.

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